Cuando llega un paciente a la consulta o a urgencias quejándose de un dolor o molestia, el profesional de la salud debe explorar al paciente y realizarle un interrogatorio para conocer en profundidad la dolencia que refiere el paciente y, así, poder identificarla. Las técnicas de exploración son elementos fundamentales a la hora de examinar al paciente. Son prácticas que desempeñan tanto los médicos como las enfermeras. De hecho, anteriormente ya hemos hablado de las “técnicas de enfermería”. Las principales técnicas básicas de exploración son:
- Inspección
- Palpación
- Percusión
- Auscultación
Normalmente, se inicia con la inspección, después se sigue con la palpación, le sigue la percusión y finalmente la auscultación, sin embargo, hay ciertas excepciones como puede ser el aparato digestivo donde el procedimiento que se realiza es diferente. De hecho, hay que tener en cuenta que el médico mediante estas técnicas obtiene una información integral del estado de sus pacientes gracias a estas técnicas realizadas.
No obstante, uno de los parámetros que debemos de conocer y es fundamental realizar a la llegada del paciente es tomar las constantes vitales para conocer su estado hemodinámico. De esta manera, sabremos el estado del corazón, cerebro y pulmones.
¿Qué son las constantes vitales?
Como hemos dicho las constantes vitales nos muestran el estado hemodinámico del paciente, con lo que estos parámetros reflejan el estado del organismo. Son el primer signo de alarma ante un funcionamiento erróneo o defectuoso dentro del organismo del paciente. En función de los valores que obtengamos pondrá el foco sobre la zona que se encuentre deteriorada o no se encuentre en unas condiciones óptimas. Los principales valores que se valoran en la práctica clínica son:
- Frecuencia Cardiaca
- Frecuencia Respiratoria
- Presión Arterial
- Temperatura
Cada constante vital es representada por un valor numérico, y según entre los parámetros que se encuentren estos valores el profesional actuará de una manera concreta. Sin embargo, hay que tener en cuenta qué según el sexo, la edad, la actividad física o la hora del día los resultados tendrán más o menos peso.
¿Cómo se toman las constantes vitales?
Medición de la frecuencia cardíaca
La frecuencia cardiaca es el número de contracciones del corazón por minuto. Lo lógico es que un paciente en un estado de reposo sus pulsaciones oscilan entre 60 y 100 pulsaciones por minuto. En definitiva, el pulso es el reflejo de la contracción del corazón sobre una arteria, y se puede palpar al comprimir una arteria sobre un saliente óseo. A la hora de medir la frecuencia cardiaca hay que considerar ciertos aspectos:
- El ritmo: tiempo entre latido y latido.
- La intensidad: fuerza con la que el corazón bombea la sangre por latido.
- El volumen: cantidad de sangre bombeada por latido.
- La frecuencia: número de contracciones por minuto.
Una vez conocido estos aspectos fundamentales podemos determinar varias zonas del cuerpo donde encontraremos el pulso del paciente. Para ello, necesitaremos un reloj con segundero para medir el tiempo durante la toma del pulso. Las principales zonas donde palpar el pulso son las arterias:
- Carotídea.
- Braquial.
- Radial.
- Femoral.
- Poplítea.
- Pedial.
En conclusión, los signos vitales son útiles para valorar las funciones corporales, y de esta manera valorar el nivel de funcionamiento físico de una persona. Son fundamentales a la hora de la detección de enfermedades y, de hecho, son importantísimos a la hora de establecer el manejo del paciente.
Medición frecuencia respiratoria
A la hora de medir la frecuencia respiratoria de un paciente hay que tener en cuenta una serie de valores:
- Ritmo: Regularidad de inspiraciones y espiraciones.
- La frecuencia: número de respiraciones que se realizan en un minuto
- La profundidad: cantidad de aire inspirado y espirado en cada ciclo respiratorio.
Si nos centramos en personas adultas los parámetros de este signo vital son:
- Frecuencia respiratorio normal: de 14 a 20 r.p.m
- Taquipnea: + de 20 r.p.m
- Bradipnea: – de 14 r.p.m
- Apnea: parada transitoria de la respiración.
- Eupnea: frecuencia respiratoria normal.
Medición presión arterial
La tensión arterial representa la fuerza que soportan las arterias a medida que el corazón bombea sangre. Los parámetros habituales en una persona adulta de la presión cardiaca son:
- Normotenso: 120-140/70-90 mmHg.
- Hipotensión: 80-60/40-20 mmHg.
- Hipertensión: 140/90 mmHg.
A la hora de tomar la tensión de un paciente nos encontramos con dos valores, el primero de ellos, el más alto hace referencia a la presión sistólica, mientras que el más bajo se refiere a la presión diastólica.
Medición de la temperatura
La temperatura es el valor que muestra el equilibrio entre la producción de calor y su pérdida. A la hora de tomar la temperatura de un paciente se distinguen tres zonas para la toma de temperatura:
- Axilar
- Bucal
- Rectal
Si nos basamos en una persona adulta los parámetros más relevantes de este signo vital son los siguientes:
- Temperatura normal: 36,0 – 37,0 grados centígrados.
- Hipotermia: -35 grados centígrados.
- Febrícula 37,1 a 37,9 grados centígrados.
- Hipertermia, fiebre o pirexia: +38 grados centígrados.
En definitiva, las constantes vitales es uno de los primeros parámetros que debe de conocer un médico a la hora de tratar un paciente. Va a ser un signo de alerta muy claro y llamativo ante un problema del paciente y va a ayudar notablemente a la hora de acotar la dolencia que sufre el paciente. De hecho, en caso de emergencia uno de los valores más importantes que debe conocer el profesional son las constantes vitales. En función de los resultados obtenidos el profesional podrá hacerse una idea del estado en el que se encuentra el paciente.
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