Como explicamos en nuestro artículo “La negligencia médica, una realidad cada vez más habitual”, los profesionales de la salud cada vez están en una posición más vulnerable. La relación médico paciente ha cambiado notablemente, antes se concebía como una relación paternalista y hoy en día los pacientes son meros consumidores de los servicios de salud. Ello provoca que los pacientes busquen estos casos, con la intención de recibir una cuantiosa indemnización por una supuesta negligencia médica.
¿Cuándo se considera negligencia?
Antes de ahondar en las posibles indemnizaciones que el médico tendrá que afrontar si se admite la negligencia médica, es importante definir qué es considerado una negligencia médica para poder estar prevenido ante lo que pueda pasar. La negligencia médica hace referencia a una falla provocada a un paciente por el profesional de la salud al no haber ejercido como debía. En esta línea, se considera la lex artis, que supone la actuación diligente desde el prisma del caso específico y el estado de la técnica correspondiente. Aunque el resultado no siempre depende del profesional de la salud, existen unos patrones orientados a la curación. De esta manera el profesional no puede apartarse de estos estándares.
En el caso de que la negligencia médica se haya cometido, los pacientes tienen derecho a una indemnización o el resarcimiento de los daños. Normalmente, este proceso se realizará por la vía civil, administrativa y en el peor de los casos, por la vía penal según la falla que se haya producido.
¿Cómo se calculan las indemnizaciones por negligencia médica?
Cuando se ha cometido una negligencia médica, se impone una indemnización al paciente como compensación. Pero, dependiendo de la gravedad de la lesión provocada, la cuantía de esta será más o menos alta. No obstante, en Ecuador no es habitual ver indemnizaciones millonarias como ocurre en otros países. Pero las hay.
En nuestro ordenamiento jurídico hay baremos de indemnizaciones orientativos que resultan muy útiles para ver la cuantía de la indemnización. Por ello, la figura del perito médico va a ser fundamental para determinar la cuantía de la indemnización. Su informe pericial va a ser el encargado de determinar la gravedad de las lesiones sufridas por el paciente.
Tabla de indemnizaciones por negligencia médica
Estas tablas van a determinar la cuantía de la indemnización que va a recibir el paciente en caso de sufrir una negligencia médica, pero, como hemos dicho antes estas cifras son orientativas, de hecho, estas tablas se actualizan anualmente.
Independientemente de ello, para calcular cuantía se ha de considerar otras variables como lesiones, incapacidades y secuelas provocadas y la edad del afectado. De hecho, un recién nacido percibirá una indemnización mucho más cuantiosa que un adulto porque su esperanza de vida a priori es mucho mayor. Por lo que, el daño causado al paciente por la secuela se extenderá más en el tiempo.
Hay que señalar, que dependiendo de la secuela causada el monto de la indemnización variará. Es decir, las secuelas en las negligencias médicas suponen un perjuicio que se extiende en el tiempo una vez finalizado el tratamiento. Podemos diferenciar una serie de tipos de secuelas según su afectación:
- Física.
- Intelectual.
- Orgánica.
- Sensorial.
- Muerte.
La clasificación de las distintas secuelas que puede padecer un paciente quedan a criterio de los peritos del caso. En Ecuador no existe un baremo establecido, por lo cual siempre estará sujeto a cada caso.
En conclusión, en el caso de sufrir una denuncia por negligencia médica, lo primero que debes de hacer es contar con un abogado especialista en derecho sanitario. Éste te acompañará y ayudará durante todo el proceso. De modo que, en el peor de los casos el paciente deba recibir una indemnización por una negligencia médica, los abogados te aconsejarán en todo momento para cuidar siempre tus intereses. Además, la situación de vulnerabilidad en la que se está ubicando el profesional de la salud provoca que las indemnizaciones por negligencia médica sean cada vez más habituales.
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