La violencia sigue siendo hoy un problema de carácter mundial que afecta a muchos ámbitos de la sociedad. Además, uno de los fenómenos que sigue ocurriendo son las agresiones a médicos, policías y vigilantes de seguridad.
Según la Organización Internacional del Trabajo, se entiende como violencia en cualquier puesto de trabajo aquella acción o comportamiento que desemboque en agresiones, amenazas, humillaciones o lesiones, tanto en la actividad profesional del trabajador como en su entorno privado.
La violencia física y psicológica que puedes llegar a experimentar por parte de algunos pacientes, han sido analizadas en diversos estudios. También se han desarrollado algunos puntos que coinciden con los motivos generadores de estas situaciones, tales como: el tiempo de espera, el alcohol u otras sustancias en el organismo del paciente, ciertos trastornos mentales, el trato recibido, la recepción de malas noticias…
Tipos y grados de agresiones
- Agresiones psicológicas: según la profesora Juliana Fariña, jefa del servicio de Anatomía Patológica del Hospital Clínico San Carlos en España, pueden provocar desazón, disgustos crónicos y pérdida de la autoestima. Están relacionadas con las humillaciones, insultos, faltas de respeto a la dignidad del profesional… El objetivo del agresor es provocar cierta irritación en ustedes, en el personal de la salud, a través de las palabras, dando señales de sus intenciones por haceros sufrir. Las agresiones psíquicas se distinguen en:
- Aumento de la intensidad de la voz.
- Insultos.
- Amenazas.
- Intimidaciones.
- Ridiculizaciones.
- Descrédito.
- Agresiones físicas: la violencia física, ocupa un lugar destacado de manera intencionada. Puede manifestarse con empujones, patadas, bofetadas, tirones, mordiscos, etc. Existen cuatro niveles de intensidad de las agresiones físicas.
- Leve.
- Mediana.
- Brutal.
- Mortal.
Recomendaciones de actuación ante agresiones a médicos
Ojalá y nunca se encuentren ante este tipo de situaciones. Sin embargo, es importante para nosotros exponer diversos modos de actuación que podrían ser útiles para ustedes ante escenarios violentos:
- Permitir al paciente que hable con total sinceridad, liberando así tensiones. Su postura deberá permanecer activa y predispuesta.
- Ser capaces de reconocer los posibles fallos propios o de la organización, sin llegar a ponerse en un compromiso.
- Señalar los puntos en común para mostrarse posicionados en un mismo punto de vista.
- Apoyarse en los compañeros con el objetivo de solucionar la tensión generada con el paciente.
- Hacer conocedor al paciente de los sentimientos que experimentas. De este modo, es posible que sea consciente del malestar que les está generando vivir este tipo de situaciones.
- Evitar en todo momento el desinterés, la fragilidad, la impaciencia o las amenazas.
- Evitar realizar falsas promesas, así como los peores pronósticos.
- Obviar el contacto físico y la proximidad, y nunca dar la espalda.
Si aun así las actitudes violentas siguen su curso, será necesario dar por finalizada la conversación de una manera profesional, solicitar ayuda de la seguridad del centro es necesario si el agresor presenta un arma blanca, debemos protegernos ante actos violentos físicos… Éstas son algunas actitudes que os ayudarán a solucionar ciertos escenarios de agresiones. Si fuera necesario siempre será útil, y beneficioso, apoyarse en el marco jurídico apoyándose en despachos especializados en este tipo de marcos legales, como es el caso de DS Legal Group.
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