Resistencia a los antibióticos en el mundo

La resistencia a los antibióticos, un problema mundial

9 minutos

La resistencia a los antibióticos se ha convertido en un problema mundial durante los últimos años. La magnitud del problema es tal que podría hacer retroceder a la medicina hasta años previos al descubrimiento de estos medicamentos en 1928. En la actualidad, este problema representa 33.000 muertes al año en Europa y coste adicional de 1.500 millones, con unas previsiones totalmente pesimistas para las próximas décadas. 

Causa de la resistencia a los antibióticos

Pero, ¿cómo hemos llegado a esta situación? El uso incorrecto de los antibióticos, así como la automedicación de nuestros pacientes, y el consumo en exceso ha provocado que las bacterias hayan desarrollado una tolerancia contra nuestra forma de defender el cuerpo humano. Y no solamente en humanos, sino que esta situación se reproduce en los animales. Con ello, el peligro de sufrir más zoonosis (enfermedades que pasan del animal al humano) es cada vez mayor. 

¿Qué podemos hacer como profesionales de la salud?

La Organización Mundial de la Salud y la Unión Europea instaron a los países a establecer estrategias contra esta problemática. En Ecuador, el Plan Nacional para la Prevención y Control de la Resistencia Antimicrobiana, aprobado en 2019, está conformado por todas los gobiernos autónomos, cuatro ministerios (Salud Pública, Agricultura y Ganadería, Ambiente, Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca) más de 50 sociedades científicas, organizaciones colegiales, asociaciones profesionales y universidades, y colaboradores expertos

Desde esta organización se han hecho indicaciones para todos los agentes afectados, desde los entes políticos hasta los consumidores, pasando, cómo no, por los profesionales de la salud. Al respecto, indican los siguientes consejos para prevenir la resistencia a los antibióticos: 

  • Evitar las infecciones velando por la limpieza de las manos, el instrumental y el entorno. 
  • Prescribir y dispensar antibióticos solo cuando sean necesarios, de conformidad con las directrices en vigor. 
  • Notificar las infecciones resistentes a los antibióticos a los equipos de vigilancia. 
  • Informar a los pacientes sobre cómo tomar los antibióticos correctamente, la resistencia a estos fármacos y los peligros de su uso indebido. 
  • Informar a los pacientes sobre cómo se pueden prevenir las infecciones (por ejemplo, vacunándose, lavándose las manos, velando por la seguridad de las relaciones sexuales o cubriéndose la boca y la nariz al estornudar). 

¿Qué podemos recomendar a nuestros pacientes para evitar la resistencia a los antibióticos?

Si uno de los puntos importante para los médicos, tal y como acabamos de ver, es informar al paciente, lo siguiente será qué decirles. En torno a ello, la OMS también establece unas pautas a seguir por la población y que será importante indicar en nuestras consultas: 

  • Tomar antibióticos únicamente cuando los prescriba un profesional de salud certificado. 
  • No pedir antibióticos si los profesionales de la salud dicen que no son necesarios. 
  • Seguir siempre las instrucciones de los profesionales de la salud con respecto al uso de los antibióticos. 
  • No utilizar los antibióticos que le hayan sobrado a otros. 
  • Prevenir las infecciones lavándose frecuentemente las manos, preparando los alimentos en condiciones higiénicas, evitando el contacto cercano con enfermos, adoptando medidas de protección en las relaciones sexuales y manteniendo las vacunaciones al día. 
  • Preparar los alimentos en condiciones higiénicas tomando como modelo las cinco claves para la inocuidad de los alimentos de la OMS (mantener la limpieza; separar alimentos crudos y cocinados; cocinar completamente; mantener los alimentos a temperaturas seguras; y usar agua y materias primas inocuas), así como elegir alimentos para cuya producción no se hayan utilizado antibióticos con el fin de estimular el crecimiento ni de prevenir enfermedades en animales sanos. 

Conclusión

Pese a seguir todos los consejos como médico y como paciente, toda prevención es poca y nunca sabemos cuándo una enfermedad podrá sorprender a nuestro organismo. No obstante, como profesionales de la medicina no sólo os enfrentáis a los problemas como pacientes, sino con las propias personas que van a sus consultas.

Si el paciente ha generado ya esta resistencia de la que les hemos hablado, puede ser que el tratamiento que le mandemos no sea tan efectivo como pensamos. Así, las posibilidades de recibir una denuncia de nuestro paciente se multiplica. Por todo ello, la mejor recomendación que le podemos hacer es sentirse protegido ante estas situaciones. En Uniteco contamos con los Planes de Protección de Responsabilidad Civil que mejor se adaptan a las situaciones de cada profesional sanitario. Infórmese sin compromiso en el siguiente enlace. Nuestros compañeros estarán encantados de informarles sobre su protección y tranquilidad laboral.

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